jueves, 31 de julio de 2008
LA MEJOR ORACION
Acordaos hermanos de la angustia del pobre.
Del que viste de harapos, del hambriento de pan,
Aliviad su miseria con aquello que os sobre,
Vuestras piezas de plata, vuestras piezas de cobre,
En un río benéfico a sus manos irán. Oh, vosotros Hermanos que tenéis una casa,
Una mesa, y un lecho, y un feliz corazón,
Acordaos ahora del mendigo que pasa,
De los huérfanos tristes, de la viuda que amasa,
Con el agua del llanto su mezquina ración.
Los ciegos, los tullidos, los gibosos, y ancianos,
La niña a quien el hambre empuja al lupanar,
Todos los que padecen, y son nuestros hermanos,
Hacia nosotros tiendan sus temblorosas manos
Llamando a vuestra puerta con ansioso llamar.
Para ellos es el fruto de ese Tronco Bendito
La linfa de ese claro raudal de compasión,
Dejad allí la ofrenda como quien cumple un rito,
Los masones oramos al Señor Infinito, Sembrando en la limosna la mejor oración.
QUE ASI SEA ...
LA MASONERÍA Y EL HOMBRE LIGHT
En los últimos años ha surgido un nuevo tipo de humano en la sociedad occidental: El hombre light, del que Enrique Rojas ha hecho todo un libro (El hombre light, 1992).
Hacia 1998, cuando me encontraba estudiando Psicología en la Universidad de Buenos Aires descubrí este libro que me sirve de base para escribir esta nota. El hombre light es un ser humano hedonista y materialista cuya única meta en la vida consiste en alcanzar el “éxito”; un ser al que sólo le interesa el dinero y el consumo. En definitiva, un ser humano infeliz e inseguro, vulnerable e indiferente por saturación, que hace de la permisividad su nuevo código ético y que va desde la tolerancia ilimitada a la revolución sin finalidad.
Este libro me vino al recuerdo luego de un fin de semana de arduo trabajo con mis hermanos. Aumentamos de grado a algunos el sábado y realizamos una iniciación el domingo. Estas largas e iluminadoras jornadas masónicas produjeron en mí dos sensaciones; por un lado, la esperanza de ver a seres humanos que desean progresar a pesar de las adversidades y por otro, la banal existencia de parte de una sociedad civil anquilosada en la ignorancia y el vivir fácil. El hombre light es un ser humano bien informado, pero con escasa educación humana, muy entregado al pragmatismo, por una parte, y a bastantes tópicos, por otra. Todo le interesa, pero a nivel superficial; no es capaz de hacer la síntesis de aquello que percibe, y en consecuencia, se ha ido convirtiendo en un sujeto trivial, ligero, frívolo, que acepta todo, pero que carece de unos criterios sólidos en su conducta. Todo en él se torna etéreo, leve, volátil, banal, permisivo.
Y así, nos encontramos con un buen profesional en su tema, que conoce bien la tarea que tiene entre manos, pero que fuera de ese contexto va a la deriva, sin ideas claras, atrapado en un mundo lleno de información, que le distrae de lo importante, pero que poco a poco le convierte en un hombre superficial, indiferente, permisivo, en el que anida un gran vacío moral caracterizado por:
a) El materialismo: hace que un individuo tengo cierto reconocimientoAsí las grandes transformaciones sufridas por la sociedad en los últimos años son, al principio, contempladas con sorpresa, luego con una progresiva indiferencia o, en otros casos, como la necesidad de aceptar lo inevitable. Recuperar el humanismo.
social por el único hecho de ganar mucho dinero;
b) El hedonismo: pasarlo bien a costa de lo que sea es el nuevo código de
comportamiento, lo que apunta hacia la muerte de los ideales, el vacío de
sentido y la búsqueda de una serie de sensaciones cada vez más nuevas y
excitantes;
c) La permisividad: arrasa los mejores propósitos e ideales;
d) Una revolución sin finalidad y sin programa: la ética permisiva
sustituye a la moral la cual engendra un desconcierto generalizado;
e) El relativismo: todo es relativo, con lo que se cae en la absolutización
de lo relativo; brotan así unas reglas presididas por la subjetividad;
f) El consumismo: representa la fórmula posmoderna de la libertad.
Ante esta problemática, los masones no podemos estar ajenos, pues si pretendemos el progreso de la humanidad, hay que hacer notar que el camino anteriormente descrito no llevaría la progreso humano sino a una vida sin valores morales. Al hablar de valores morales no me estoy refiriendo a una vuelta de las confesiones religiosas, que de hecho luego del 11-S han resurgido con más fuerza.
Considero que los masones podemos dar el ejemplo a estos seres humanos iluminándoles el camino hacia una ética laica donde prime la construcción de uno mismo para transformarse en un mejor ser humano.
La construcción de uno mismo se inicia con la conquista de la voluntad. Ella es la piedra angular del éxito en la vida y uno de los más excelentes rasgos de la personalidad: hace al hombre valioso y le permite lograr sus objetivos. Pero la voluntad necesita ser educada; no se alcanza porque sí, sino tras luchar por cosas pequeñas, una y otra vez. La mejor manera de fortalecerla es a través del orden, la constancia y la disciplina, con alegría. Las dos notas que la potencian son la motivación y la ilusión. Una persona que la posee llega en la vida más lejos que una persona inteligente, porque consigue lo que se propone. En el mismo acto de la conquista de la voluntad, el ser humano debe educarse en las buenas maneras, en aquellos conocimientos que le permitirán tener acceso a un nuevo estado de conciencia.
A diferencia del hombre light que se mantiene informado, el hombre que propone la Masonería es un ser humano que conoce y se conoce, trabajo que se inicia en la propia introspección para identificar y delimitar el campo a trabajar. Así, la voluntad y la inteligencia están identificadas en la Masonería con el Mazo y el Cincel, herramientas que los albañiles de la Edad Media utilizaban en la construcción de las Catedrales.
Hoy esa construcción se proyecta al hombre mismo para consolidar su espíritu y trascender en la sociedad.La conquista de la voluntad nos llevará al siguiente trecho de la vida, a cuestionarse sobre uno mismo y el papel que desempeña en la sociedad. De la misma manera que en el primer paso se utilizó el Mazo y el Cincel para representar la voluntad y la inteligencia, este segundo paso irá acompañado por otras herramientas que complementarán su capacidad. Pero antes de continuar es preciso amable lector reflexionar sobre estas dos primeras, que al fin y al cabo nos acompañan durante toda la vida, el Mazo y el Cincel, las herramientas que devastarán al hombre light y le prepararán para ocupar un lugar significativo en la sociedad global. El ejemplo.
Los maestros masones nos encontramos comprometidos en una lucha frontal contra la ignorancia, la ambición y el fanatismo, estados que conducen a la humanidad hacia todo lo que representa el hombre light. En el mismo momento en que uno puede iniciar el trabajo con el Mazo y el Cincel, también puede observar los trazos de arquitectura realizados por los maestros masones a modo que le sirvan de ejemplo en la construcción de su vida. Constituirse en ejemplos de vida es la mejor forma en que los masones pueden transformar sus contextos sociales, pues en la humanidad no hay nada más fuerte que la inspiración y si ella puede conducir hacia algo mejor, es ahí donde debe estar el maestro, porque por más grandilocuentes que sean los discursos, si no se sostiene lo que se practica al final todo cae.
Por ello, considero que nosotros debemos combatir al hombre ligth desde el ejemplo, desde la manera de encarar la vida, para que la gente tome conciencia de que el camino de lo fácil no siempre conduce a estados de felicidad. A parte del ejemplo, cada maestro debe establecer tareas concretas que ayuden a su contexto a liberarse de esta tendencia light que hace del ser humano un objeto de consumo, no habiendo ninguna diferencia entre aquel y una batería.
martes, 29 de julio de 2008
SIR ARTHUR CONAN DOYLE, MASÓN DE ESTIRPE
Sus mejores relatos son:
Historias de Sherlock Holmes:
Estudio en escarlata (A Study in Scarlet, novela, 1887).
Las novelas del profesor Challenger
George Edward Challenger, el profesor Challenger, fue un personaje central en una serie de historias de ciencia ficción escritas por Sir Arthur Conan Doyle. Apareció por primera vez en la novela: The Lost World, que describe una expedición a una aislada meseta en Sudamérica donde criaturas prehistóricas, incluyendo dinosaurios, continúan viviendo.
El mundo perdido (The Lost World, 1912). The Poison Belt (1913). The Land of Mist (1926). Una historia sobrenatural en la que se reflejaban las fuertes creencias en el espiritismo de Conan Doyle.
Arthur Conan Doyle fue iniciado a la Masonería en la logia Phoenix Lodge 257, Southsea Hampshire el día 26 de enero de 1887.
LA SITUACIÓN ACTUAL
- Una liderada por la Gran Logia Unida de Inglaterra (UGLE);
- Otra, por el Gran Oriente de Francia (GODF).
La legitimidad de origen es esencial para que una Obediencia o Potencia Masónica sea considerada regular. Esta legitimidad de origen implica que cualquier nueva Obediencia deba recibir el certificado o transmisión de regularidad de otra Obediencia regular, considerándose a la antigua Gran Logia de Londres como la obediencia de la que emana en principio tal regularidad. Sin embargo, tanto el Gran Oriente de Francia como la Gran Logia Unida de Inglaterra, teniendo su origen ambas en esta fuente legítima, expresan de forma distinta los principios de la regularidad masónica.
La Gran Logia Unida de Inglaterra estableció en 1929 los siguientes criterios, vigentes en la actualidad, que deben cumplir las obediencias que deseen obtener su reconocimiento:
La obediencia debe haber sido legalmente establecida por una Gran Logia
regular o por tres o más logias bajo los auspicios de una Gran Logia regular.
Ha de ser realmente independiente y tener autogobierno, con autoridad no
discutida sobre los grados simbólicos de la Francmasonería (es decir, aprendiz,
compañero y maestro) bajo su jurisdicción y no ha de estar sometida de ninguna
otra manera ni compartir soberanía con ningún otro cuerpo masónico.
Los francmasones bajo su jurisdicción han de ser hombres y ni ella ni sus logias han
de tener contacto masónico con logias que admitan la membresía de mujeres.
Los francmasones bajo su jurisdicción han de creer en un Ser Supremo.
Todos los francmasones bajo su jurisdicción han de asumir sus compromisos
sobre el volumen de la ley sagrada (la Biblia) o a la vista de él o del libro
considerado sagrado por el que realiza el compromiso.
Las tres "Grandes Luces" de la Francmasonería (es decir, el volumen de la ley sagrada, la escuadra y el compás) han de estar expuestas cuando la Gran Logia o sus logias subordinadas estén abiertas.
La discusión sobre religión o política en sus logias ha de estar prohibida.
Debe adherirse a los principios establecidos (los antiguos "landmarks" o "marcas de referencia") y las costumbres de la Francmasonería y debe insistir en que sean observados en sus logias.
En aplicación de estos principios, la Gran Logia Unida de Inglaterra y las obediencias de su línea aplican el criterio de reconocer una sola obediencia en cada país o estado. A pesar de que hay algunas excepciones, esto implica que algunas obediencias que cumplen por completo el resto de los principios de regularidad de la Gran Logia Unida de Inglaterra, no tengan su reconocimiento por haber ya otra obediencia reconocida en el mismo país e interpretarse entonces que falla el principio de "autoridad no discutida" sobre el territorio de su jurisdicción.
Por su parte, el Gran Oriente de Francia, no acepta estos criterios por considerar que se contraponen al artículo primero de su Constitución que reza:
La Francmasonería institución esencialmente filantrópica, filosófica y progresiva, tiene por objeto la búsqueda de la verdad, el estudio de la moral y la práctica de la solidaridad; trabaja por el mejoramiento material y moral, y el perfeccionamiento intelectual y social de la Humanidad.
Tiene por principios la tolerancia mutua, el respecto a los otros y a sí mismo, la libertad absoluta de conciencia.Considerando las concepciones metafísicas como del dominio exclusivo de la apreciación individual de sus miembros, rechaza toda afirmación dogmática. Tiene por divisa: Libertad, Igualdad, Fraternidad.
El enfoque del Gran Oriente de Francia respecto a las relaciones masónicas es distinto, puesto que no ha considerado necesario establecer ninguna condición "a priori", a aquellas Obediencias a las que otorga su reconocimiento, basándose sólo en su regularidad de origen, y en la autoridad de sus Grandes Asambleas anuales, reconocida por el artículo 39 de las Constituciones de 1723, para establecer sus propias regulaciones. Se basa, por tanto, más en la coincidencia de principios y objetivos que en la adecuación a un marco preestablecido para establecer sus relaciones.
El asunto de la regularidad, no obstante, no queda cerrado con lo que se ha expuesto hasta aquí. En primer lugar, a veces se confunden regularidad y reconocimiento. No existe en el mundo una cúpula directiva de la Masonería, siendo todas las obediencias libres de establecer relaciones de mutuo reconocimiento con cualesquiera otras.
Tanto la Gran Logia Unida de Inglaterra como el Gran Oriente de Francia lo único que hacen es establecer los criterios en que se basan para reconocer a otras obediencias y establecer relaciones con ellas. De ningún modo obligan a las demás, por más que la universalidad y el establecimiento de relaciones y acuerdos internacionales sea un apreciado valor de la Masonería. No faltan, por otra parte, masones de la opinión de que la Masonería es un sentimiento y que no es necesario el reconocimiento de ninguna de las grandes corrientes para ser regular.
UN POCO DE HISTORIA
"Si un masón comprende bien el Arte no será nunca un estúpido ateo",
afirmando por otro lado que, "si bien antiguamente se les exigía seguir la
religión del país en que se encontraban, hoy sólo les exige seguir la religión
en la que todos los hombres están de acuerdo, es decir, ser honestos y probos".
Pronto se empezaron a crear logias en otros países bajo la jurisdicción de la Gran Logia de Inglaterra y obediencias que recibían la carta patente de la obediencia británica. La primera de estas nuevas instituciones fue la Gran Logia francesa, fundada en torno a 1728.
El importante crecimiento de la nueva masonería en torno a la Gran Logia de Inglaterra, suscitó un primer conflicto con la Logia de York de masones operativos (antiguos masones del oficio) quienes para contrarrestarla comenzarán a denominarse "Gran Logia de toda Inglaterra".
En 1751, un número de masones irlandeses ubicados en Londres y afiliados a algunas logias de la Gran Logia de Inglaterra, promueven la creación de una nueva Gran Logia que, en su criterio, mantiene mayor fidelidad a la tradición cristiana que había caracterizado a los antiguos masones operativos, en contraste con la "descristianización moderna", de la que ellos acusan a la primera Gran Logia. Esta Segunda Gran Logia acabará siendo informalmente conocida como la de los "antiguos" en relación a la primera Gran Logia que, paradójicamente, acabará siendo conocida como la de los "modernos".
En 1813 ambas instituciones se unieron formando la United Grand Lodge of England (UGLE).
La constitución de la nueva obediencia, atendiendo en parte a los valores propugnados por la Gran Logia de los "antiguos", introdujo en su constitución un matiz teísta al afirmar la necesidad de la creencia en Dios y en su voluntad, revelada a través de la Biblia o Volumen de la Ley Sagrada.
Tras su fundación en 1728 por miembros de la primera Gran Logia de Inglaterra, la primera Gran Logia francesa recorrió un camino evolutivo distinto, muy de conformidad con el espíritu latino, poco adherido a las formas convencionales y tradicionales.
Durante gran parte del siglo XVIII la Masonería de Aceptación francesa se caracterizó por la creación de una gran variedad de nuevos ritos y grados, algunos de contenido marcadamente místico frente a otras evoluciones filosóficas humanistas.
Estas evoluciones llegan al término de una crisis centrífuga que afecta la masonería francesa en los años 1760, marcada por la división de la primera obediencia en varios bloques rivales, por la abundancia de grados adicionales, la estructuración progresiva de nuevos ritos y la afirmación de corrientes más místicas, paralelamente a la corriente racionalista mayoritaria.
En 1773, la reestructuración que dio lugar al nacimiento del Gran Oriente de Francia, que configurado como una federación de Ritos bajo la presidencia de un Gran Maestro que por primera vez sería electo, permitió reunir a la práctica totalidad de los masones franceses, con la quizá significativa excepción de una llamada Gran Logia de Clermont que finalmente se uniría también a la nueva Obediencia.
El Gran Oriente de Francia (GODF) se convirtió en el garante de la regularidad francesa y el único corresponsal con la Gran Logia de Inglaterra.
En la época imperial napoleónica la Masonería francesa evolucionó hacia posiciones marcadamente sociales y positivistas, lo que contribuyó a acentuar la hostilidad entre la Francmasonería y la Iglesia.
Además es en esta época que el GODF, por una decisión del Convento de 1877 y a partir de una propuesta del pastor Desmons, en virtud del principio de libertad absoluta de la conciencia, eliminó la obligación de invocar al Gran Arquitecto del Universo en sus Logias. Este principio, presente desde el siglo XVIII en las iniciaciones y las instrucciones del Rito Francés, sin embargo aparece como invocación en la apertura y el cierre de los trabajos, así como en la declaración de principios, sólo con los rituales y las Constituciones adoptadas en 1849.
A partir de 1882 las mujeres comienzan a ser aceptadas, y en 1893 se crea la primera obediencia mixta internacional, que tomará el nombre de El Derecho Humano.
Hoy día, se diga lo que se diga, el valor fundamental de cualquier masón es la Regularidad; de ella sobreviene el Reconocimiento, y ambas constituyen un Tesoro masónico para todo hermano bien nacido.
PRESENTACIÓN
En todo el mundo se ha desatado un interés particular por la Masonería. Hombres y mujeres solicitan ingreso en la vieja Orden fraternal. Unos buscan la fantasía que las leyendas han formado en las mentes de miles de personas, ya por las obras de divulgación, o bien por la literatura comercial -pero efectiva- de Dan Brown (Angeles y Demonios y el Código); otros más por la emergencia del New Age y el resurgimiento de los esoterismos más o menos serios.
La Orden masónica, así como las organizaciones que se autodenominan rosacruces o templarias, iluministas o martinistas, se ha puesto de moda. Parece que las opciones espirituales convencionales ya no interesan ni satisfacen la inquietud humana de buscar, conseguir y saciar la sed de acercamiento a Dios.
Pero esto ha dado al traste con la Masonería seria.
¿Qué es la Masonería Regular?
Regular, de regula, regularis, lo que se apega a La Regla.
En un sentido lato, se denomina Masonería Regular a la que se atiene a una serie de normas y reglas tradicionales. El concepto de regularidad tiene en la Institución la importancia que tendría en cualquier institución que quisiera garantizar un funcionamiento ordenado de sus estructuras. Sin embargo hay instituciones masónicas, algunas muy antiguas, que discrepan sobre cuáles deben ser los criterios de regularidad. Como, además, muchas de ellas, aún manteniendo intactos varios principios fundamentales, han modificado tales criterios en un sentido u otro, el contenido del término está sometido a un debate abierto.
Efectivamente, el artículo 39 de las regulaciones generales de 1723 determina que "la Gran Asamblea Anual tiene poder y autoridad suficiente para hacer modificaciones o nuevas regulaciones en beneficio de la Fraternidad, siempre y cuando se respeten los antiguos Linderos".
Sin embargo, los escritores Masónicos no han podido nunca ponerse de acuerdo en el número ni en el texto exacto de éstos "Linderos" (en inglés Landmarks).
Pero hay principios incotestables entre nosotros, y son ellos los que marcan el Regulis:
- La afirmación de la Creencia en Dios y en Su Voluntad Revelada.
- La presencia de la Biblia, como expresión de Su Presencia en Trabajos de Logia abiertos.
- La Inmortalidad del Alma.
- El trabajo a cubierto de la indiscreción de los profanos o "cowans".
- El gobierno de la Logia por tres.
- La Leyenda de Hiram, como fundamento esencial del Drama y Simbolismo de la Orden.
- La forma de Gobierno por medio de Grandes Logias, autónomas y soberanas.
Hay otras reglas más, entre otras: la no participación de la Mujer en la masonería.
Sin embargo, la presencia de las mujeres es indiscutible en las Logias, unas mixtas y otras exclusivamente femeninas. ¿Son regulares?
Desde el punto de vista de la tradición NO. Pero su presencia es inegable.
Ya volveremos sonre este tema.